miércoles, 12 de diciembre de 2012

Espero que os haya gustado, y aquí os dejo un pequeño cortometraje del alzheimer. Gracias.

No lo olvidéis...  NOS NECESITAN !! 


EJERCICIOS PARA EL MANTENIMIENTO DE LA MARCHA


LA MARCHA

•  La marcha o la capacidad motriz de andar y la intención de hacerlo, son los mejores indicadores del mantenimiento de la autonomía.
•  La capacidad de andar requiere del mantenimiento del equilibrio 
estático y dinámico, al mismo tiempo que de una correcta  coordinación del movimiento.
•  En esta presentación, expondremos un tipo de ejercicios, los cuales a través de los movimientos cruzados nos ayudarán a mantener la marcha o capacidad de andar.

EJERCICIOS CRUZADOS Y EL PATRÓN DE LA MARCHA


•  Los movimientos cruzados son un tipo de ejercicio que sigue el patrón de la marcha. De manera que el movimiento de la extremidad inferior derecha se sincroniza con el movimiento de la extremidad superior izquierda y al revés, siendo un movimiento alternante y repetitivo.
• Los ejercicios cruzados los podemos realizar en diferentes 
posturas, como puede ser de pie, sentado, tumbado boca arriba, 
tumbado boca abajo; dependiendo de las necesidades y el estado 
funcional de la persona. Estos ejercicios también pueden ser 
realizados en pareja y en grupo, dándole una visión lúdica y más 
activa. Como podéis ver, dentro de los movimientos cruzados se pueden crear muchas variaciones y tipos de ejercicios diferentes.



  

                         













EJERCICIOS PRÁCTICOS


Ejercicios prácticos de estimulación cognitiva para enfermos de Alzheimer


¿Quién podía pensar que un enfermo de Alzheimer volviera a empezar? ¿Quién podía pensar que un enfermo de Alzheimer empezara de nuevo a pintar, escribir, leer, cantar o coser?

Aquí os dejo unos ejercicios para potenciar la memoria:
 
 

 



  • Estos son algunos de los ejercicios prácticos, hay de diferentes niveles.




lunes, 10 de diciembre de 2012

DIFERENTES CENTROS DE AYUDA

Algunos de ellos son los siguientes:

  • Servicio de ayuda a domicilio: Sin entrar a analizar la atención domiciliaria de índole sanitaria, que se presta fundamentalmente tanto por equipos de atención primaria como también por equipos especializados de soporte, se va a circunscribir este apartado a los servicios de ayuda a domicilio (SAD) prestado por los servicios sociales, sin olvidar la necesaria coordinación que debe existir con la atención domiciliaria dependiente de los centros de salud o de los servicios hospitalarios. Esencialmente, los SAD consisten en ofrecer una ayuda personal y/o determinados servicios en el domicilio de ciertos individuos que atraviesan diversas situaciones que requieren ayuda.El contenido de los SAD debe comprender, además del cuidado y atención personales a quienes son sus usuarios/as,la prestación de otros servicios considerados clave de cara a favorecer un aceptable grado de independencia en el funcionamiento de la vida diaria, tales como la limpieza del hogar, preparación de comidas, realizar determinadas gestiones, etc. También deben incluirse como prestaciones complementarias las reparaciones o adaptaciones de las viviendas, la instalación de aparatos o ayudas técnicas, el servicio de teleasistencia domiciliaria, el servicio de comidas o de lavandería a domicilio, etc. 
  • Servicios intermedios y de respiro familiar (estancia temporales y centros de dia): Los llamados servicios intermedios tienen esa denominación por tratarse de un nivel que se sitúa, dentro de la cadena asistencial, entre el domicilio y la residencia o alojamientos para estancias prolongadas. Algunos de ellos, como los que van a describirse a continuación, también se conocen como programas de respiro familiar. Se trata de diversos recursos o servicios formales de atención cuyo objetivo fundamental es influir positivamente sobre algunas de las dimensiones que originan el estrés del cuidador/a con el fin de modular o eliminar los efectos negativos del cuidado. Pero el hecho de que este sea su fin esencial no debe hacer olvidar la necesidad de intervenir también adecuadamente con la persona mayor que utiliza el servicio. Existe gran variedad de recursos de este tipo (estancias temporales en Residencias, Centros de Día, estancias de día o de noche en centros gerontológicos, vacaciones para personas dependientes, períodos de atención y evaluación sociosanitaria, etc.), aunque su extensión es todavía escasa en muchos lugares. Por otra parte, también los servicios sociales clásicos (Servicio de ayuda a domicilio, Teleasistencia, Residencias), si se orientan hacia la complementariedad con el apoyo informal y no hacia su sustitución, cumplen o pueden cumplir perfectamente esta función de respiro y apoyo a las personas que cuidan a personas mayores con problemas de dependencia, como se ha mencionado anteriormente. Tanto las Organizaciones internacionales como los expertos en Gerontología han destacado con profusión la importancia de proveer recursos de respiro destinados a los cuidadores/as informales, puesto que existe evidencia de que los familiares toleran mejor el estrés derivado de los cuidados de larga duración a personas mayores dependientes si tienen la posibilidad de beneficiarse de servicios de respiro.
  • Residencia: El modo de vida es parecido al de un hogar y el abordaje terapéutico se desarrolla en torno a las actividades de la vida diaria .La atención se sustenta sobre el respeto a los derechos y deseos de las personas mayores, aunque ello suponga asumir ciertos riesgos. Se trabaja intensamente el proceso de adaptación e integración de cada persona que se incorpora. Las viviendas se integran en la red local de servicios sociales y sanitarios, de los que reciben atención. Están atendidas por profesionales con diferentes grados de cualificación, pero con alto grado de implicación en este tipo de proyectos. La atención es de 24 horas al día, todos los días del año. Las viviendas se configuran como lugares para vivir hasta el momento de morir. El papel de la familia de las personas mayores en la vida cotidiana se considera central. La residencia ha sido definida, y puede ser una conceptualización válida para cualquier otro tipo de alojamiento a los que se ha hecho referencia.

TRATAMIENTO Y PRONOSTICO


El manejo de la Enfermedad de Alzheimer es complejo y requiere un abordaje multidisciplinar (que involucra a médicos, enfermeros, trabajadores sociales, psicólogos, representantes legales, educadores sociales) e individualizado. Además, incluye la actuación de grupos de apoyo, programas educativos y ayuda social institucional. 
Las guías de la American Academy of Neurology (Doody, Stevens, Beck, Dubinsky, Kaye, Gwyther, Itohs, Thal,Whitehouse, Dekosky y Cummings, 2001) enfatizan el papel de las terapias no farmacológicas que pueden neutralizar o minimizar problemas de sueño y comportamiento, disminuyendo así la necesidad de medicamentos. La asistencia domiciliaria por médicos, enfermeros y terapeutas ocupacionales puede mejorar considerablemente las condiciones de cuidado del paciente, su seguridad y la carga del cuidador. 
Con respecto a tratamientos médicos específicos, actualmente se utilizan tres inhibidores de la acetilcolinesterasa(donepezilo, galantamina y rivastigmina) para tratamiento de la EA leve a moderada y un antagonista del receptor NMDA para aplicación en EA moderada a grave. En conjunto, su eficacia es similar y consiste fundamentalmente en mantener algunos aspectos cognitivos en una situación equivalente a 6 – 9 meses menos de progresión que sino estuvieran tratados. También producen cierta mejoría en aspectos funcionales y conductuales. En conjunto, se estima que la utilización adecuada de estos medicamentos puede resultar satisfactoria desde el punto de vista de los análisis coste-beneficio (Loveman, Green, Kirby, Takeda, Picot, Payne y cols., 2006; National Institute for Health and Clinical Excellence, 2006; Takeda, Loveman, Clegg, Kirby, Picot, Payne y cols., 2006; Bullock, 2006). Existe una investigación muy activa sobre nuevos medicamentos para neuroprotección, inhibición de la formación y eliminación de betaamiloide, modulación de las enzimas que intervienen en la hiperfosforilación de tau y tratamientos preventivos de la enfermedad. Sin embargo, ninguna de estas vías ha conseguido todavía situar un fármaco eficaz y aceptado para este uso en la clínica práctica (Jedrziewski, Lee y Trojanowski, 2005; Jelic, Kivipelto y Winblad 2006). 
Una amplia variedad de tratamientos son frecuentemente aplicados a pacientes con EA para control de manifestaciones no cognitivas y complicaciones (por ejemplo, antidepresivos, antipsicóticos).
Como ya se mencionó, la duración de la enfermedad es variable, alrededor de 4-6 años desde el diagnóstico (10).
La expectación de vida se encuentra considerablemente disminuida (40%) (Ganguli, Dodge, Shen, Pandav y DeKosky,2005), constituyendo la EA y otras demencias un fuerte predictor de mortalidad en ancianos, con mayor relevancia que las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o la enfermedad de Parkinson (Tschanz, Corcoran, Skoog,Khachatarian, Herrick, Hayden y cols., 2004).

EPIDEMiOLOGíA



La enfermedad de Alzheimer es la más frecuente e importante enfermedad degenerativa del cerebro. Aunque la enfermedad ha sido descrita en cada período de la vida adulta, la prevalencia es notoria en la séptima década o posteriormente. 

Una forma útil de calcular la prevalencia aproximada consiste en considerar que la prevalencia de la demencia se duplica cada 5 años a partir de los 60 años de edad: 1% a los 60 años, 2% a los 65; 4% a los 70; 8% a los 75 años;16% a los 80 y 32% a los 85 (White, Cartwright, Cornoni-Huntley y Brock, 1986). Otro tanto, aproximadament sucedería con la incidencia: 0.6% entre 65 y 69 años de edad, 1% a los 70-74 años, 2% de 75 a 79, 3.3% de 80 a 84 y 8.4% en población con 85 o más (Hebert y cols., 1995). Alrededor de 60% (rango: 40%-80%) de todos los casos de demencia son producidos por la enfermedad de Alzheimer (EA). Además, existen formas “mixtas” con otras patologías (demencia vascular, demencia con cuerpos de Lewy, etc), por lo que la EA  puede llegar a estar presente desde una perspectiva neuropatológica hasta en 90% de todos los cerebros de pacientes con demencia.
En nuestro país, teniendo en cuenta los resultados de estudios “puerta a puerta”, se ha encontrado una prevalencia variable de EA, con una media de aproximadamente 5.5% en sujetos de 65 años o más (Del Barrio, De Pedro Cuesta,Boix, Acosta, Bergareche, Bermejo-Pareja y cols., 2005). Aplicando esta cifra y teniendo en cuenta la composición etaria de la población española, se calculó que en 2004 debía haber 350.000 a 400.000 casos de EA en España.
El coste económico de la demencia en España se debe aproximar a los 6.000 millones de euros anuales (valor en 2004, homogeneizado en poder adquisitivo con los otros países de la Unión Europea) (Andlin-Sobocki, Jonsson,Wittchen y Olesen, 2005), aunque estudios realizados en nuestro país aproximarían esas cifras tan sólo para EA(Boada, Peña-Casanova, Bermejo, Guillen, Hart, Espinosa, y cols., 1999) 
Las previsiones, si no se modifica la situación actual, es que para el año 2030 puede aumentar la cifra de pacientes con demencia y con EA hasta en un 75% (Mount y Downton, 2006) mientras la población activa para hacer frente a ese reto decaerá drásticamente (Wancata, Musalek, Alexandrowicz y Krautgartner, 2003).
Una de las esperanzas para modificar el estado actual de las cosas es la prevención. Actualmente se han identificado una serie de posibles factores de riesgo potencialmente tratables como la hipertensión, cardiopatía, diabetes, hipercolesterolemia, hiperhomocisteinemia, traumatismos craneales, escasa actividad intelectual y física, bajo nivel educativo, escasa interacción social y actividades de ocio (Scalco y Van Reekum 2006). Las intervenciones tempranas sobre estos factores podrían suponer una considerable reducción de la prevalencia (Borenstein, Copenhaver y Mortimer, 2006).




miércoles, 28 de noviembre de 2012

DEFINICION Y FASES

         DEFINICION Y FASES       


Es una enfermedad neurológica progresiva e irreversible que afecta al cerebro produciendo la muerte de las neuronas. Es la causa más frecuente de todas las demencias, produciendo un deterioro de todas las funciones cognitivas. 

  • Los síntomas iniciales más frecuentes son: pérdida de la memoria de cosas recientes (se le olvida lo que acaba de decir, lo que acaba de ocurrir, etc.), de la capacidad de concentración, del interés por las cosas; tendencia al aislamiento y a la desorientación. 
  • En una siguiente fase no puede entender instrucciones fáciles, se pierde en la calle, en casa; se vuelve irritable, se aísla; pueden aparecer problemas de comportamiento, como agresividad o gritos, puede esconder las cosas o acusar a los demás. 
  • Finalmente pueden aparecer problemas para comer por sí mismo o para reconocerse en el espejo. 
  • En la fase final el paciente se muestra incapaz de andar (y realiza la vida de la cama al sillón); tiene incontinencia de esfinteres y se va desconectando casi completamente del medio que le rodea, llevando una vida prácticamente vegetativa. 
  • Posteriormente es incapaz de tragar líquidos y sólidos por lo que suele necesitar una sonda para hidratarse y alimentarse. La muerte sobreviene en esta fase. 

Actualmente no existe tratamiento, pero se pueden paliar los síntomas y mejorar el cuidado y la calidad de vida del enfermo y de la familia. 



Podemos observar las partes del cerebro que va afectando la enfermedad